La justicia hizo lugar a la demanda del padre de la menor, por considerar que la demandada excedió los límites del derecho a la libertad de prensa, y que su finalidad no fue generar conciencia sobre los femicidios sino lucrar al satisfacer la morbosidad del público.
Tanto en primera como en segunda instancia habían hecho lugar a la demanda iniciada por el padre de la joven contra la revista "Muys".